Exclusivo: “Veremos una década mediocre para el desempeño económico de América Latina”: Werner

A pocas horas del retiro del organismo, el mexicano Alejandro Werner, director del hemisferio Occidental en el Fondo Monetario Internacional (FMI), habla con Bloomberg Línea sobre los retos que tiene la región. Cree que Chile se equivocó con el retiro de pensiones; México pudo haberlo hecho mucho mejor y Colombia, dice, hace un proceso responsable.

Alejandro Werner, director del hemisferio Occidente del Fondo Monetario Internacional.
31 de agosto, 2021 | 11:04 AM

Al cierre de la jornada laboral de este martes, el mexicano Alejandro Werner se retirará como director del hemisferio Occidental en el Fondo Monetario Internacional, cargo al cual llegó en enero de 2013 y desde el cual tuvo un punto de mira privilegiado sobre el hemisferio. Pocas horas antes de dejar su oficina en Washington, habló con exclusiva con Bloomberg Línea. Extractos editados de esa conversación:

El balance de su gestión

Fueron casi años nueve años muy interesantes, como muy probablemente es cualquier período de nueve años en una región con tantos problemas económicos, sociales, políticos, como América Latina. Cuando empecé en el 2013 la región ya estaba plenamente recuperada de los impactos de la crisis financiera global y también se estaba beneficiando de manera muy clara del nuevo crecimiento de la economía china.

Desde el Fondo Monetario ya veíamos que esto no era suficiente para generar otro episodio de crecimiento importante. Y nos equivocamos porque, no sólo no fue suficiente, sino que en 2014 volvieron a caer las materias primas. El ajuste a niveles de vida más consistentes con un entorno internacional menos favorable fue muy costoso, con problemas financieros.

La región en su conjunto entró en un período de bajo crecimiento más acorde con los fundamentos de productividad y tal vez dejando claro que la época asociada a los términos de intercambio favorables fue un reflejo de las condiciones externas. En medio de esas circunstancias llegó la pandemia. Creo que desde el FMI hicimos el trabajo de estar en el debate de las políticas públicas adecuadas, de apoyar a aquellos países que necesitaron financiamiento y de abrir un abanico más amplio de mecanismos, como la línea de crédito flexible que tiene Colombia. Más de 20 países recibieron recursos por montos superiores a los 60 mil millones de dólares.

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Las particularidades de América Latina

Habiendo participado de los debates regionales, siempre desde la perspectiva de México, no contaba con una visión regional tan profunda. En el Fondo entendí mucho mejor la dinámica económica asociada a los ciclos generados por los precios de las materias primas. También entendí en otros países las necesidades de hacer ciertos procesos más lentos o contar con instrumentos como pueden ser los controles de capitales o medidas prudenciales en el sector financiero. Además, el tema de acompañar las medidas más orientadas a productividad, a estabilidad, a desarrollo de un entorno de facilitación de negocios, con una política social y con una política redistributiva más agresiva para lograr un equilibrio económico y social sostenible en el mediano plazo.

Con respecto a los procesos de descontento social que se han venido generando, pienso que el marco de políticas públicas tiene que contener un paquete o un número de medidas que valide la legitimidad del sistema económico, del sistema social, como podrían ser a veces algunos impuestos que sean menos eficientes pero que tengan un rol claramente redistributivo. El sistema económico ahora se ha movido a uno que genera crecimiento, pero también genera una redistribución todavía más desigual de la que teníamos antes. Y en estas economías, en donde se ha desarrollado una clase media más potente, estas desigualdades también dan lugar a una falta de legitimidad del sistema, porque no todo el mundo se está beneficiando de la misma manera.

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Lo que se hizo bien durante la pandemia

En lo que es la política macroeconómica, la región hizo un paquete de estímulos fiscales mucho más fuerte de lo que hubiésemos anticipado.

Y lo que no

Se tomaron medidas equivocadas como, por ejemplo, el retiro de los fondos de las cuentas de pensiones en Chile. No es un apoyo focalizado y debilita la capacidad de retiro en el futuro. También genera volatilidad en los mercados y tampoco era necesario. Si se consideraba que se necesitaba mayor apoyo fiscal, el gobierno chileno tenía espacio. Entonces había mejores mecanismos que ir a romper el cochinito. Se podía haber hecho desde el balance fiscal una cosa mucho más potente, como el caso de México, donde casi no se apoyó a nadie. Por eso, muy probablemente, la economía mexicana fue de las más afectadas cuando debió haber sido de las menos.

Se tomaron medidas equivocadas como, por ejemplo, el retiro de los fondos de las cuentas de pensiones en Chile. No es un apoyo focalizado y debilita la capacidad de retiro en el futuro. También genera volatilidad en los mercados y tampoco era necesario”

Alejandro Werner, director para el hemisferio Occidental del FMI

La desigualdad

Esta fue una crisis que les pegó directo a los más vulnerables, al afectar de lleno al sector servicios, en donde está representado de manera más intensa el trabajador menos educado y, proporcionalmente, más mujeres y jóvenes. Aquellos países que llevaron a cabo programas sociales más agresivos lograron aminorar este impacto a través de transferencias. Obviamente, como resultado de la pandemia y de estos efectos sociales, hay tres brechas a corregir. Uno es que probablemente retrocedimos entre cuatro y ocho años en términos de los avances en el combate a la pobreza y la mejora de la distribución del ingreso. En segundo lugar, quedó patente la precariedad de nuestros servicios de salud pública, por lo cual habrá que invertir más recursos. Y en tercer lugar, la educación. América Latina fue la región del mundo que tuvo una mayor pérdida de horas presenciales de clases en primaria y secundaria, para no hablar del acceso a la tecnología o la deserción escolar.

El inconformismo y la nueva normalidad

Hubo un conjunto de condiciones económicas, sociales, políticas que llevaron, a procesos de movilización social. Creo que muchas de esas condiciones se agravaron durante la pandemia. En un contexto de finanzas públicas, donde vamos a salir con más deuda, con déficit más altos, no habrá espacio para corregir algunos de estos problemas con mayores recursos en ausencia de cambios en las estructuras fiscales, tanto de gasto como de impuestos. En la parte política uno podría haber pensado que la pandemia pudiese haber llevado a un proceso de mayor unificación nacional por ser un fenómeno de salud exógeno. Pero, en general, ésta contribuyó también a mayor polarización política. Da la impresión de que nuestro sistema político está excluyendo a sectores muy importantes que tratan de reflejar su posición en las calles. Creo que los próximos años esto va a ser parte de la normalidad y será muy importante que los gobiernos, la oposición, los congresos, encuentren la manera de ir integrando a estos sectores al debate de las políticas públicas para que estos procesos se generen en un entorno de mayor inclusión y haya menos marchas de protesta.

La región va a ser más vulnerable a liderazgos que ofrezcan soluciones fáciles a problemas complejos”

Alejandro Werner, director del Hemisferio Occidental del FMI.

El populismo

El populismo es un término difícil de definir. Creo que sí es mayor el riesgo de establecer soluciones fáciles y de corto plazo a problemas que requieren soluciones más estructurales. En ese sentido, la región va a ser más vulnerable a liderazgos que ofrezcan soluciones fáciles a problemas complejos.

Tasas de interés y menor liquidez internacional

Muchos países poseen sistemas monetarios y cambiarios que funcionan bien con el suficiente grado de flexibilidad y de anclaje de expectativas en términos de inflación en el mediano plazo y también con bancos centrales que cuentan con un nivel de reservas muy amplio. Entonces hay los mecanismos en la parte monetaria para hacerle frente. En la parte fiscal el problema se hace mucho más complejo, por la necesidad de lograr los consensos para establecer sistemas tributarios y de gasto público que garanticen la sostenibilidad en el mediano plazo. Ahí yo creo que se pueden complicar las cosas, pues vamos a ver tasas más altas y la cuenta del pago de intereses de la deuda pública se empieza a volver más grande.

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Oportunidades para la región

Está aislada de los grandes problemas geopolíticos que hoy acechan a la economía mundial y puede relacionarse con todos los grandes bloques. Eso le presenta oportunidades con Asia, con los Estados Unidos, con Europa, con África. De ahí que América Latina sea un buen destino para la inversión extranjera directa, que sea un buen destino para el turismo, que sea una buena fuente de exportaciones de recursos naturales, de exportaciones de manufacturas. También, al ser un seguidor en la adopción de tecnologías digitales, puede de repente saltarse una o dos generaciones y empezar a adoptar rápidamente tecnologías ya probadas y de mayor alcance. Los grandes depósitos de cobre o litio, claves en la transición energética, son otra oportunidad.

América Latina está aislada de los grandes problemas geopolíticos que hoy acechan a la economía mundial y puede relacionarse con todos los grandes bloques. Eso le presenta oportunidades con Asia, con los Estados Unidos, con Europa, con África. De ahí que América Latina sea un buen destino para la inversión extranjera directa”.

Alejandro Werner, director del Hemisferio Occidental del FMI

Sobre Colombia

Está teniendo un 2021 bueno, en términos de crecimiento. Pero se enmarca en la realidad de una región que es la más atrasada de todas en recuperación frente a 2019. Colombia entra dentro de ese diagnóstico, pero la recuperación se está dando más fuerte de lo que pensábamos. La discusión que se está llevando a cabo para hacer una reforma tributaria es una buena señal. Creo que, con todo y los problemas, adelanta un proceso un poco más responsable que el que vemos en otros países de la región. También desde el lado monetario y financiero, Colombia tomó ventaja de todos los instrumentos, tuvo un buen acceso a los mercados financieros y amplió la línea de crédito flexible que tenía con nosotros. La pérdida del grado de inversión refleja los problemas que se habían acumulado antes.

La operación con Derechos Especiales de Giro

La postura del Fondo ha sido que dado el choque por el que está atravesando la economía internacional y dados los instrumentos con los que se cuentan, hay que encontrar el uso de los derechos especiales de giro, dependiendo de las particularidades de cada país. Colombia ha buscado mantener los pilares de su marco institucional de política macroeconómica sólida, sin sorpresas, pero utilizando los instrumentos con los que cuenta para apoyar a la población. Por eso utilizó parte de la línea de crédito flexible. Y creo que el uso de los derechos especiales de giro responde al mismo proceso de pensamiento. Es correcto, dada la realidad colombiana, con las suficientes salvaguardas, que se use un recurso de política ante un choque como el que no hemos tenido en décadas.

América Latina en lo que queda de la década

El resultado de todas estas tendencias va a llevar a que veamos una década mediocre en América Latina en términos de desempeño económico. Va a ser muy difícil encontrarle la cuadratura al círculo para poder darle un dinamismo importante a algunas de las economías de la región. Sin embargo, probablemente la mayoría de las economías va a lograr encontrar un proceso en el cual eviten los peores escenarios: que logren cierto crecimiento y cierta recuperación en la caída en los indicadores sociales. Algunos países no van a lograr esto y serán más propensos a entrar en crisis en los próximos cinco años. Pero aquellos que establecieron sistemas e instituciones que nos han garantizado un proceso de toma de decisiones predecible, racional, van a lograr evitar los equilibrios malos, van a lograr poner a las economías en la tendencia de recuperación.